Los encontronazos de sus "majestades satánicas", los Rolling Stones, con la polícia han sido muchísimas a lo largo de la historia del grupo. Rebeldes sin causa, después de dar con sus huesos en la cárcel y protagonizar sonadas detenciones, la relación entre los Stones y la ley siempre ha sido poco menos que peliaguda, por lo que no estaba de más estar siempre con ojo avizor por si llegaba la redada de turno.
A principios de los ochenta, cuando Keith Richard y Ron Wood se encontraban encerrados en su camerino consumiendo su dosis diaria de drogas antes de un concierto, su mánager llamó a la puerta: "Keith? Ron? The Police is here!".
Los dos guitarristas, aterrorizados, se apresuraron a esconder la droga donde pudieron, abrieron la puerta... ¡y se encontraron con Sting y Stewart Copeland, miembros de The Police, que se habían acercado a saludarles y a presentarles sus respetos!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario